miércoles, mayo 24, 2006

(una pausa agradable)




No tiene casi nada que ver, pero no he podido evitar incluir unas imágenes ajenas al proyecto. Esta tarde Narcís (de Belone) tenía previsto enfibrar el casco del Petrel que está construyendo. Es uno de los pocos momentos de su proyecto en que los tiempos son importantes y he ido a echarle una mano. También es un momento tenso en la medida en que por primera vez se empieza a vislumbrar el aspecto final: la resina empapa el vidrio, que recobra la transparencia que le es propia, y satura el cedro resaltando la veta. En las fotos se aprecia el antes y el después. Todavía faltan algunas manos de resina hasta cubrir totalmente la fibra, mucha labor de lija y las múltiples capas de barniz que han de dejar la superfície con brillo de espejo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto ya toma forma, que bonito!
Esperadme para la botadura por favor!!

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, es realmente bonito! Se merecería un blog propio, pero mucho me temo que a Belone no le da tiempo para tanto...
En cuanto a la botadura, esperamos verte en la del groenlandés antes!

Anónimo dijo...

Remar en algo así es, como mínimo, distinto y sin duda gratificante. El problema es llegar hasta el agua: en un porteo de 50 metros te pueden llegar a parar 10 veces para preguntarte si es de madera, quién lo ha hecho, cuántas horas, que si se puede mojar, que ellos no lo meterían en el agua... y como lo preguntan con amor, respondes amablemente. Debes calcular un par de horas más para cualquier salida.