sábado, mayo 27, 2006
Measure twice, cut once
En latitudes normalmente más frías, con menos bares y más poder adquisitivo el "hágalo usted mismo" es casi una religión. En cualquier casa los oficiantes muestran con orgullo el taburete, las cortinas, el barco o el avión (!) que han consagrado a DiY (Do it Yourself). Ante la profunda admiración que despiertan entre sus congéneres no es de extrañar que, queriendo lo mejor para sus hijos les instruyan desde su más tierna infancia en sus misteriosos arcanos. En este contexto, la frase "medir dos veces, cortar una" se repite como un mantra y aparece por doquier: en casa, en la escuela, en cualquiera de sus múltiples manuales...
Aquí es distinto. Ni siquiera ha cuajado la expresión "hágalo usted mismo" y es impensable, afortunadamente, su acrónimo HUM. Los padres de mi generación, con el recuerdo de sus hambrunas todavía fresco, no esperaban de sus hijos que fabricáramos nada, sino que pudiéramos comprarlo todo. Con tan altas perspectivas lo suyo eran los refranes: "quien mal anda...", "vale más pájaro en mano..." consejos tan cargados de virtud como faltos de carácter práctico.
Para suplir tales carencias yo procuro repetirme a menudo "medir dos veces, cortar una". Pero ya se sabe que perro viejo no aprende trucos nuevos.
La pieza A mide 57 cm, exactamente 5 más de los necesarios. La pieza B, la segunda que corté, mide los 52 que corresponden a la anchura de mi kayak.
La primera puede ser útil si algún día engordo y me hago otro kayak. Al fin y al cabo, hombre prevenido vale por dos, y no hay mal que por bien no venga.
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1 comentario:
Vale, ahora cuelgo otro post... y mira que hoy no tenía ganas! ;-)
Un abrazo!
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