martes, agosto 08, 2006

Piercing salvaje


Las brocas de tres puntas taladran la madera de una forma limpia y rápida. He comprobado que pueden hacer lo mismo con un dedo, aunque con no tanta limpieza. La primera norma al trabajar con herramientas potencialmente peligrosas (y todas lo son) es mantener las manos lejos de la trayectoria prevista o posible de la herramienta. El cansancio, el calor, la rutina... y la estupidez, me hicieron olvidarla cuando estaba taladrando juntas maderas de distinta densidad. El agujero, que debía ser ciego, acabó siendo pasante de una forma tan brusca que la broca de 6mm siguió su trazado dentro del dedo índice de mi mano izquierda causando un considerable destrozo. Cinco semanas después ha cicatrizado aceptablemente bién, aunque he perdido la sensibilidad en los dos centímetros finales. Los errores tipográficos sobre el teclado son sólo la menor de las molestias.

No hay comentarios: