jueves, junio 01, 2006

Virutas


Quien más quien menos todos tenemos nuestras propias fuentes de estrés laboral y con mayor o menor fortuna hemos ido encontrando la forma de descargarlo. El método comunmente adoptado suele ser la úlcera gástrica. Yo opté hace tiempo por el trabajo manual de la madera y el cuidado de un huerto.
Un bastrén avanzando en ángulo oblicuo saca largas virutas que se enrollan en bellas espirales. Siempre que lo uso en público, mostrando cómo se talla una pala esquimal, alguien se lleva algunas de recuerdo. Hay quien las recoge para el árbol de Navidad, o para la nuera que se dedica al ikebana, o para olerlas en casa... Yo las incorporo a la pila de compost. Lo esponjan y lo airean.
Ayer por la tarde asistí a una reunión no muy distendida y de resultados dudosos.
Me acosté a las dos de la madrugada, con el perfil de las bordas terminado, el estómago razonablemente bien, y un bello montón de virutas espirales coronando la pila del compost que dentro de unos meses, fértil y oloroso, alimentará mi cosecha.

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