lunes, junio 05, 2006

Arquímedes vs. Diógenes


El principio de Arquímedes es harto conocido y ha regido hasta ahora las principales medidas de nuestro qajaq. Existe sin embargo una limitación clara que nada tiene que ver: la eslora del qajaq está limitada a la longitud total del local donde se construya. Es importante no pecar de optimista en este sentido. El hecho de que una vez terminado debe poder salir no resulta ser tan relevante: corren historias de tabiques derribados para poder sacar una embarcación de su "astillero". He leído recientemente, no recuerdo dónde, el pasional relato de alguien que construyó un qajaq en su apartamento, en un séptimo piso!! Sin duda tan entusiasta individuo tiene un apartamento amplio y una cuerda larga.
Uno de los síntomas del síndrome de Diógenes consiste en acumular todo tipo de cosas con finalidades inciertas. Mi garaje mide 5 metros y poco más. Mis valiosos materiales (léase "trastos inútiles") muestran una acusada querencia hacia la pared del fondo, hasta el punto de que la eslora máxima de mi qajaq quedaba reducida en un tanto por ciento nada despreciable.
El fin de semana se me ha ido en una dolorosa selección de "materiales" y en diversos viajes a la planta de reciclaje. A mi mujer el proyecto cada vez le gusta más.

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