miércoles, agosto 02, 2006

vapor


He estado dudando si colgaba la foto de mi "cámara de vapor" y al final me he decidido no porque sea un ejemplo a seguir sinó como muestra de que no hace falta fabricar un modelo espectacular, con aislante etc... Se trata, al fin y al cabo, de asegurar un flujo constante de vapor a lo largo de toda la pieza a doblar, sin necesidad de crear una olla a presión. Por tanto, la mejor opción como "tapón" es un simple trapo. Por el mismo motivo conviene elevar las piezas de manera que no queden en contacto con la pared inferior del recipiente. Yo he usado a este fin una rejilla plástica enrollada dentro del tubo de PVC. El tubo en cuestión se reblandece pronto, hasta el punto que hay que procurarle un soporte. Y poca cosa más, tener cuidado en la elección de los guantes y controlar rigurosamente los tiempos porque un exceso de vaporizado vuelve la madera quebradiza. Yo he usado tandas de 4 o 5 costillas introducidas a intervalos que me permitieran aprovechar los 30 minutos de vapor de mi montaje. Un nijo de unos 12 años con un cronómetro en la mano se convierte en un ayudante extraodinariamente útil y feliz durante unas horas.

1 comentario:

xevi dijo...

Tengo 30 minutos de vapor, que es la capacidad del depósito. Cada costilla debe estar unos 8 minutos. Meto la primera, numerada, al cabo de dos minutos la segunda, al cabo de dos la tercera, etc...
Cuando la primera lleva 8 minutos la saco y la coloco, compruebo que sea simétrica y... ha pasado un minuto aproximadamente. Respiro, me seco el sudor, y voy a por la siguiente (la que ha entrado dos minutos más tarde) que ya estará casi lista y así sucesivamente.
El ayudante es conveniente que tenga un reloj y una libreta donde apuntar los números y los tiempos de cada costilla. Las tandas de cuatro o cinco te permiten descansar de tanto ajetreo.

Una duda: ¿todo lo demás, hasta aquí, se entendía bien?